|
Fuente foto: www.siis.net |
Para lograr la integración, las CCAA están combinando la escolarización ordinaria con aulas de acogida en los propios centros, cursos intensivos de lengua, refuerzos educativos, personal especializado y programas de interculturalidad.
Integrar cada año a miles de nuevos alumnos de origen inmigrante (más de 85.000 el curso pasado) de nacionalidades de los cinco continentes, a veces sin saber español y con un nivel académico inferior al supuesto para su edad, puede ser un quebradero de cabeza para las consejerías de educación.
Para lograrlo, las CCAA están combinando la escolarización ordinaria con aulas de acogida en los propios centros, cursos intensivos de lengua, refuerzos educativos, personal especializado y programas de interculturalidad, aparte de algunas iniciativas que levantan polémica.
Es el caso de los Espacios de Bienvenida Educativa, de carácter extraescolar, que la Generalitat de Catalunya aplicará desde septiembre en municipios de inmigración elevada que lo soliciten, inicialmente en Reus y Vic.
Acogerán temporalmente, antes de la escolarización ordinaria, a menores que llegan con el curso comenzado, que antes eran asignados directamente a un centro docente.
Su ubicación fuera de los colegios ha sido cuestionada por los sindicatos docentes, que advierten de un riesgo de segregación.
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, opinó en su día que la medida debe entenderse en el contexto de colegios que tienen un 80% de alumnado extranjero de 20 países.
Escuela pública, escuela concertada.
Según la Ley Orgánica de Educación, las CCAA son responsables de los medios para atender a los alumnos con "necesidad específica de apoyo educativo", entre ellos extranjeros; en todo caso, habrá una "adecuada y equilibrada" distribución de éstos entre los centros sostenidos con fondos públicos.
FETE-UGT viene pidiendo un "reparto homogéneo, efectivo y real" de todo el alumnado entre los centros públicos y privados concertados para evitar una selección por el currículum o la nacionalidad de los estudiantes.
El sindicato es contrario a la segregación por cualquier concepto como la lengua o la condición de inmigrante, pues los mejores resultados educativos se producen en modelos "integradores".
El secretario general del sindicato FSIE (mayoritario en la enseñanza concertada), Francisco Vírseda, replica que "ningún centro puede negarse a admitir a inmigrantes" y entiende que no lo hacen.
"Es verdad que hay más inmigrantes en la escuela pública debido a que hay más centros de éstos que privados", justifica.
Valora la inmigración en la escuela, reclama medios humanos y materiales suficientes y defiende las aulas de acogida en los propios centros, donde se prepare a los alumnos en materias básicas, ya que la escolarización sin más en un curso normal puede ocasionar problemas de aprendizaje para ellos y sus compañeros.
Las administraciones pueden reservar a los estudiantes con necesidad de apoyo educativo una parte de plazas de centros públicos y concertados (en Galicia, por ejemplo, es un 15 por ciento) y autorizar un incremento de hasta un 10 por ciento del número máximo de alumnos por aula para la escolarización inmediata una vez comenzado el curso.
Aulas de acogida.
Con denominaciones diversas, las aulas de acogida en los centros escolares ordinarios son la forma más generalizada de atender a los inmigrantes si desconocen el idioma y su nivel es inferior al que les correspondería, como las 1.174 que funcionan en Cataluña.
Las "aulas de enlace" de la Comunidad de Madrid (273 el curso pasado), para alumnos de Primaria y ESO de centros públicos y concertados, cubren el aprendizaje de español y los desfases curriculares.
En ellas permanecen un máximo de nueve meses, hasta incorporarse totalmente a un grupo ordinario.
Un servicio itinerante de apoyo y asesoramiento facilita la incorporación educativa si los alumnos llegan con el curso iniciado, además del programa de monitores y mediadores orientado al refuerzo educativo individualizado.
En Andalucía, si no dominan el español, los niños permanecen durante periodos del horario lectivo en alguna de las 290 Aulas de Adaptación Lingüística, fijas o itinerantes, que responden a un programa de acogida y aprendizaje del idioma.
Esto se alterna con la asistencia a las clases ordinarias junto al resto de compañeros, mientras que el centro proporciona refuerzo educativo en las materias que se necesite.
La Comunidad Valenciana desarrolla el Programa de Acogida en más de un centenar de centros para la integración lingüística e inserción en el sistema educativo de forma adecuada a la edad del inmigrante.
Es una medida de apoyo temporal destinada al alumnado de nueva incorporación con retraso en la escolarización o desconocimiento de los idiomas oficiales.
En Asturias, donde cada centro concertado debe reservar dos plazas por aula para extranjeros, existen también aulas de acogida, tutores específicos y tres aulas de inmersión lingüística, a la vez que estos estudiantes asisten a los centros ordinarios para no quedar desvinculados del sistema educativo.
En todos los centros de La Rioja, dotados con profesorado de apoyo, se llevan a cabo programas de acogida para el alumnado de nueva incorporación, con grupos de apoyo, ayuda en lengua castellana o grupos de compensación y medidas de apoyo individualizado.
El alumnado extranjero se escolariza de acuerdo con su edad y competencia curricular.
En Murcia, quienes lo necesitan pasan unas horas en las aulas de acogida, pero tampoco están escolarizados por separado; y en Aragón existen cursos de formación intercultural del profesorado, tutores de acogida y aulas de español.
Aparte, todas las CCAA han suscrito con el Ministerio de Educación, Política Social y Deportes los programas PROA, de apoyo y refuerzo para estudiantes con dificultades de Primaria y ESO, entre ellos los inmigrantes.
Interculturalidad.
Las comunidades suelen compaginar la escolarización con programas específicos de interculturalidad, como ocurre en el País Vasco.
Lotura duten URL helbideaks: