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Presentación anuario de la inmigración. |
La continuidad de las políticas y ayudas sociales es un elemento clave para contribuir a una mejor integración del colectivo inmigrante en España, especialmente en la actual coyuntura de crisis económica.
El aumento del desempleo inmigrante en 2011 y el saldo negativo que presenta 2011, por vez primera en muchos años en cuanto a entradas y salidas de inmigrantes, son algunos de los datos presentados durante la presentación de la quinta edición del Anuario de la Inmigración en España, ed. 2011, coeditado por la Diputació de Barcelona, la Fundación Ortega-Marañón y el CIDOB.
El Anuario 2011 presenta un monográfico dedicado a la integración de la inmigración, que incluye una decena de estudios que analizan desde una óptica transversal los elementos clave para el desarrollo de un óptimo proceso de integración. La publicación, que en su edición de 2011 se presenta bajo el título “La hora de la integración”, sigue ofreciendo, como en las ediciones pasadas, un enfoque multidisciplinar de carácter político, sociológico, económico y jurídico.
La presentación contó con la participación de los directores de la publicación, Joaquín Arango, Josep Oliver, y Eliseo Aja, además de Fernando Vallespín, director académico del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, y Jordi Vaquer, director del CIDOB.
Durante el acto Joaquín Arango, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, revisó los contenidos de la publicación, destacando el monográfico dedicado a la integración de los inmigrantes en España, que incorpora varios estudios que tratan distintos aspectos vinculados a la integración como son la educación, el empleo, el acceso a los servicios públicos, el acceso a la vivienda, o cuestiones de diversidad religiosa y participación política, entre otros. Arango destacó la importancia de mantener los esfuerzos y recursos públicos a favor de las políticas de integración en un contexto de crisis económica, especialmente en el que denominó como el peor año para la inmigración; el 2011, con grandes recortes en los servicios públicos, con el fin de asegurar un proceso de largo recorrido y de naturaleza multidisciplinaria. Asimismo recordó que aún estamos lejos de encontrarnos en un país de emigración y que la crisis no ha puesto, ni probablemente pondrá, fin a la inmigración.
En segundo lugar, Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada en la Universitat Autònoma de Barcelona, señaló el importante aumento del desempleo inmigrante en 2011, que en contraste con los años anteriores de crisis, supera por primera vez, aunque levemente, la pérdida de empleo nativo. Hoy los inmigrantes parados en España suman 1,5 millones de personas, de los cuales aproximadamente el 40% son debidos directamente a la crisis. La radiografía del los parados inmigrantes en 2011 son hombres menores de 35 años, colectivo que precisamente ha protagonizado el aumento de los regresos a sus respectivos países de origen. Finalmente respecto a la falta de conflictos por cuestiones laborales entre inmigrantes y nativos, Oliver subrayó que más de la mitad de los inmigrantes empleados hoy se encuentra en sectores de baja cualificación, sin entrar en competencia directa con los empleos nativos, razón que explicaría la falta de graves conflictos en este ámbito.
Finalmente, Eliseo Aja, dedicó su intervención a analizar los elementos a considerar para un óptimo proceso de integración, centrándose en las medidas adoptadas en este sentido en el ámbito legislativo, principalmente con la Ley de Extranjería 2/2009 y el Reglamento de Extranjería RD 577/2011 los cuales abordan la integración de una manera integral. Precisamente en el cuerpo legal, Aja destacó la novedad y los problemas que conllevan los certificados de arraigo de los inmigrantes. En este sentido quiso remarcar la necesidad de que las acciones emprendidas en tono a la expedición de certificados favorables han de ser entendidos como un valor añadido para la sociedad, sin que en ningún caso se conviertan en requisito obligatorio derivando en una acción negativa. A parte de iniciativas como esta, Aja insistió en la necesidad de ir más lejos en las políticas para la igualdad social o una mayor participación política, entre otras, para contribuir a un buen proceso de integración.
Por su parte, Fernando Vallespín y Jordi Vaquer, recalcaron la importancia de la colaboración institucional en la publicación y en la naturaleza multidisciplinar de la obra, que permite un enfoque global al fenómeno de la inmigración en España.