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Isidro Rodríguez. Foto: cuatro.com |
El presidente de la Fundación Secretariado Gitano considera que la política de expulsiones de Sarkozy "proviene de otro siglo"
Céline Gesret. Isidro Rodríguez, director de la Fundación Secretariado Gitano de Madrid fue uno de los primeros en denunciar al gobierno español la política de expulsión de los gitanos en Francia. Su Fundación lleva 30 años ayudando a la inclusión social de los gitanos en España y logró dar un empleo a 37.000 de ellos, con la ayuda de la Unión Europea. Hoy sus esfuerzos parecen amenazados por una política elegida por varios estados de Europa. Política de expulsión que según él "proviene de otro siglo". Isidro Rodríguez sólo ve algo positivo en estas redadas: la oportunidad de debatir a nivel europeo de la cuestión gitana.
Desde su Fundación, ¿cómo reaccionaron después del discurso de Sarkozy en Grenoble a finales de julio, dando la luz verde a las expulsiones de los gitanos?
Inmediatamente a finales de julio mandamos cuatro cartas a los ministerios españoles: a Interior, a Justicia, a Política Social y a Asuntos Exteriores, pidiéndoles que por un lado se opusiesen a las medidas que estaba anunciando el gobierno francés y lo hiciesen a través de relaciones bilaterales y en espacios de la Unión Europea. Y por otro lado se pedía que nuestro gobierno hiciese valer lo que había impulsado durante su presidencia de la Unión Europea, que era impulsar la inclusión social de la minoría gitana en Europa.
La política autoritaria que se lleva a cabo en Francia contra los gitanos se está ejerciendo también en Alemania, Suecia, Italia y Dinamarca. ¿Existe una aprehensión en España?
En España no tenemos temor en este sentido porque aquí los gobiernos de las tres últimas décadas de izquierda o derecha han tenido una sensibilidad, unos objetivos hacia la integración social de los gitanos que han sido exitosos. De hecho se apunta al modelo español como referente para la inclusión de los gitanos. Ahora se trata de optar por resolver la cuestión gitana. Y no hay otra solución que apostar por la integración social para garantizar la igualdad de oportunidades en los derechos sociales, de educación, vivienda, salud y acceso al empleo. O está la otra opción elegida por Sarkozy y Berlusconi que es tomar a los gitanos como cabeza de turco para satisfacer objetivos de política interna y no resolver la situación de pobreza y de marginalización.
¿Por qué los gitanos, los roms, siempre han sido marginados a lo largo de los siglos?
Es una población que llegó a Europa en el siglo XV, en el momento en que se constituyeron los Estados Nación y en el momento en lo que primaba era la homogeneidad. Entonces, la oportunidad de mantener la identidad étnica era mantenerse al margen de la sociedad, para mantener el lenguaje, la unidad de la familia, las costumbres. Esta situación se mantuvo durante siglos. Y durante siglos los gitanos han sido estigmatizados desde los poderes públicos, sufriendo olas de expulsiones en Francia y en España donde han existido leyes antigitanas. Esto es lo incoherente de lo que ocurre hoy: estamos en el siglo XXI construyendo un proyecto europeo, y estamos dando respuestas de los siglos XV y XVI.
¿Por qué en España se logró una mejor integración de los gitanos?
La clave está en que el estado de bienestar tardó más en establecerse y cuando se puso en marcha con la llegada de la democracia se tomaron medidas universales e inclusivas con la comunidad gitana. Por ejemplo, cuando se empiezan a construir las viviendas sociales en nuestro país, en los 80, ellos se benefician, no por ser gitanos, sino por tener rentas bajas. Cuando se hace la Ley General de Sanidad también se benefician, y pueden acceder a la salud pública, cosa que no sucede en muchos países del este. Y eso cambió radicalmente sus condiciones de vida.
En Francia se reprochó a los gitanos de montar asentamientos en terrenos sin tener autorización de las autoridades locales. ¿Podría surgir este tipo de conflicto aquí?
La población gitana en España es una población muy asentada desde el siglo XVI pero ha habido focos, y todavía hay, de segregados en chabolas. Esto se ha ido reduciendo las últimas décadas. Hoy en día solo un 4% de la población gitana vive en poblados chabolados y estamos en camino de erradicarlo.
¿Qué soluciones esperan concretamente?
Esperamos por parte del gobierno español que exija al gobierno francés paralizar esas medidas y avanzar en su política de inclusión social. La segunda cosa es que todos los países europeos inviertan en la inclusión social de los gitanos, dentro de lo escrito en el Tratado de Lisboa.
¿Por qué según algunos sondeos las medidas tomadas por Sarkozy tienen buen eco en la población francesa?
Los gitanos son los chivos expiatorios. Hay unos grandes y muy arraigados prejuicios sobre ellos. Siempre se han calificado de ladrones, de depredadores. Ahora la última declaración del gobierno francés nos parece muy perversa: dicen que "no se puede admitir que otra gente de otro país consuma nuestros recursos sociales". Eso hace que el resto de la población se oponga a los gitanos. Hay que avanzar en derechos sociales y hay que avanzar en conocer a la población gitana para disolver estos estereotipos. Luego, hay mucha hipocresía en la sociedad europea, nos movilizamos frente a la pobreza en países del tercer mundo y a los pobres marginados que tenemos al lado, que son ciudadanos europeos, les criminalizamos. Es muy inmoral.
El ministro de Interior francés se basa en los mismos clichés sobre los gitanos para defender las expulsiones…
Esa discriminación por parte de los políticos enciende la llamada del racismo porque este mensaje lo recibe la población y lo que escucha es que los gitanos son delincuentes, son malos, es el enemigo número uno en definitiva. Así se sientan las bases del racismo y luego cualquier loco, como quizás ha ocurrido en Bratislava, entra en una casa pegando tiros a una familia gitana. O se producen ataques antigitanos. No se puede relacionar así pero al final todo está relacionado. Se criminaliza a un grupo humano de persona y esas son las bases del racismo.
¿Qué más acciones prevén hacer para denunciar la política francesa?
Va a haber manifestaciones el 4 y el 6 en las capitales europeas frente a embajadas francesas y frente a la sede de la UE. Pero creemos que se tiene que actuar con los gobiernos. Hay que convertirlo en una oportunidad para que se aborde la cuestión de los gitanos en Europa. Hay que movilizar a la sociedad. Ella también es responsable frente a algo que no afecta sólo a los gitanos sino también al proyecto europeo. ¿Qué Europa queremos construir: la de igualdad, fraternida
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