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Ensenyament y Ayuntamiento abren las zonas de escolarización ya para la preinscripción que empieza dentro de unas semanas. Jordi Play. |
Las familias podrán escoger un mínimo de doce centros en lugar de seis en la próxima preinscripción | Por primera vez, la ciudad reservará plazas en los colegios para alumnos de origen inmigrante | Desde Fapac afirman que la desigualdad está en la falta de recursos para acceder a centros concertados.
Las familias de Barcelona podrán elegir el doble de escuelas e institutos para el próximo curso. El Departament de Ensenyament y el Ayuntamiento de la ciudad han decidido abrir las zonas de escolarización, dando un giro de 180 grados al modelo vigente desde el 2007. Los padres que hagan la preinscripción de sus hijos para el curso 2012-2013 –empezará dentro de unas semanas– tendrán un mínimo de doce centros, seis públicos y seis concertados, dentro de su zona de influencia. Esto significa que recibirán los 30 puntos por proximidad en el proceso de preinscripción, el factor que más pesa cuando se escoge escuela y que determina el hecho de poder entrar en los centros educativos donde existe una gran demanda. Hasta ahora, los 30 puntos de proximidad se obtenían sólo de seis centros, tres públicos y tres concertados.
El Consorcio de Educación de Barcelona –ente formado por Ensenyament y el Ayuntamiento– afirma que busca facilitar la capacidad de elección de las familias. Elmodelo vigentemarca unmínimo de seis centros para cada isla de casas y conecta escuelas de primaria con institutos. El nuevo también parte de las islas de casas, pero además divide la ciudad en 29 zonas a partir de las cuales se delimitan las áreas de influencia de cada isla. Estas zonas agrupan los 73 barrios de la ciudad. “Así se garantiza una proximidad suficiente del centro al hogar”, sostienen desde el consorcio. De esta manera el 33% de la población tendrá a su alcance entre 12 y 14 centros, el 47%, entre 15 y 19, y el 20% más de 19 escuelas e institutos. En la actualidad el 96% de la población obtiene los 30 puntos de proximidad de menos de 12 colegios. Estos criterios se aplicarán tanto a los alumnos de nuevo ingreso, aquellos que comiencen su escolarización el curso que viene, como a los que ya cuentan con plaza y están dentro del sistema educativo pero quieren cambiar de centro.
El mapa escolar de la ciudad ha sido siempre objeto de encendidos debates. En el 2006, cuando se presentó el modelo vigente, el ahora alcalde, Xavier Trias, tachó la iniciativa de “fundamentalismo de extrema izquierda”, mientras que los antiguos responsables municipales destacaron su “espíritu igualitario”.
Otra de las novedades del proceso de preinscripción es la reserva de plazas para alumnos inmigrantes. La ley ya prevé esta reserva en todas las escuelas, tanto públicas como concertadas. Así, deben guardar dos plazas en cada grupo para alumnos con necesidades educativas especiales derivadas de problemas de salud, socioculturales o socioeconómicos. Hasta ahora, la ciudad de Barcelona sólo ha reservado plaza para los alumnos con discapacidad, nunca para inmigrantes. Es uno de los motivos, aunque no el único, de la creación de escuelas gueto, mayoritariamente públicas, donde el porcentaje de alumnos de origen extranjero alcanza en ocasiones el 95%. La comisión de escolarización intervendrá a partir del curso que viene cuando las familias inmigrantes quieran escolarizar a sus hijos en centros con elevado porcentaje de alumnado foráneo. Si se considera que este estudiante tiene además una condición sociocultural desfavorable y desconoce el catalán y el castellano, por ejemplo, la comisión podrá obligar a los padres a matricularlo en otro centro donde estén disponibles las plazas de reserva. De esta manera se intentará ir equilibrando la distribución de estudiantes inmigrantes. En el caso de Ciutat Vella, donde por motivos de población se concentran muchos de los centros con altos índices de alumnos de fuera, se creará una comisión de escolarización especial que velará por este proceso.
Todavía se tienen que definir los criterios específicos que se seguirán para que un alumno de estas características tenga que ir a una escuela distinta a la que han elegido sus padres en primera opción. Además queda la incógnita de qué pasará si el alumno ha de acudir a un centro concertado, donde se pagan cuotas por la hora complementaria –sexta hora–. En la actualidad existen los contratos-programa en algunas decenas de centros concertados con un número elevado de alumnos con necesidades, entre ellos inmigrantes, que reciben una subvención para pagar estas cuotas. Sin embargo, en los últimos meses se han producido retrasos para pagar esta subvención por parte de la Generalitat. Precisamente ayer, en la comisión sobre los presupuestos de Ensenyament en el Parlament, los grupos de la oposición alertaron de que los contratos-programa vigentes acaban este año. La Consellera de Ensenyament, Irene Rigau, aseguró que estas ayudas continuarán en elfuturo pero “se reconvertirán”.
La redistribución de alumnos inmigrantes es una vieja reivindicación de la comunidad educativa de la ciudad. El Síndic de Greuges ya alertó en su informe especial del 2008 sobre los riesgos sociales de las escuelas gueto. El vicepresidente de la federación de ampas Fapac, Àlex Castillo, valoró ayer que las desigualdades de escolarización de Barcelona no se solucionarán ampliando las zonas, porque seguirá existiendo un número elevado de personas que no podrá elegir centro concertado por falta de recursos para pagar las cuotas. También exige “actuaciones reales” para evitar las escuelas-gueto.