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Fuente foto: www.educa.jccm.es |
En seis centros de Bizkaia, 3 de Álava y 1 de Gipuzkoa los inmigrantes son más del 50% del alumnado.
LEYRE IGLESIAS
En un colegio 80 de cada 100 estudiantes son inmigrantes. En la misma ciudad, a menos de dos kilómetros, lamedia no llega a 1 de cada 100. Es la realidad que dibuja el mapa de alumnado extranjero en Euskadi: la fotografía general no es escandalosa, pero los datos, colegio a colegio, y especialmente en las tres capitales, revelan que las diferencias que los separan llegan a ser abismales.
El desequilibrio es claro. La red pública concentra a la mayoría de estos menores, en el 65,4% de los casos, y salvo excepciones, los colegios con mayor índice de inmigrantes son públicos y aquellos con una proporción nimia, concertados. La distancia se produce también entre territorios. En Álava los escolares nacidos fuera de España son el 7,50%; en el otro extremo, Gipuzkoa se queda en el 4,74%.
Los datos proporcionados por el Departamento de Educación al Parlamento Vasco, a los que ha tenido acceso EL MUNDO, revelan que hablar de un único sistema educativo es todavía una verdadera quimera.
Los especialistas en educación advierten de que a partir del 30% de presencia existe un riesgo de que se produzca una ruptura social, es decir, que el centro se convierta en una especie de gueto que la sociedad autóctona pretende evitar. En Euskadi esa presencia se dispara hasta superar el 50% en 10 colegios vascos: seis de Bizkaia, tres de Álava y uno de Gipuzkoa. Entre ellos, sólo dos son concertados. Un examen aula por aula duplica esa cifra. Veintidós colegios cuentan en alguno de sus niveles educativos con más extranjeros que autóctonos.
Es el caso del centro de educación primaria Judizmendi de Vitoria, el colegio vasco con un índice más alto de extranjeros en sus aulas: un 80,88%, según los datos recopilados por las delegaciones territoriales de Educación. En Vitoria se sitúan los otros dos centros alaveses que encabezan la lista: Divino Maestro-María de Maeztu (61,51%) y Los Herrán (55,74%).
Sólo un centro de los diez alaveses con mayores índices de inmigrantes es concertado, el Francisco de Vitoria, también en la capital, con un 28,08%. Y sólo un centro ajeno a Vitoria se cuela en este ranking: Badaia, de Iruña de Oca, que cuenta con un 21,85% de alumnos extranjeros.
Bizkaia es después de Álava el territorio con mayor proporción de alumnos de otras nacionalidades. Pero, de nuevo, las diferencias entre colegios desdibujan la media genérica –el 6,79%– y muestran realidades opuestas.
En el territorio vizcaíno conviven de hecho los tres colegios con menor proporción de extranjeros con seis colegios que superan el 50%, los seis situados en el Gran Bilbao. En el centro público San Ignacio de Getxo son el 80,12% del alumnado; en el concertado Presentación de María de Bilbao, el 61,63%; y superan también el 50% en Virgen de la Guía (Portugalete), Astrabudua (Erandio),Martín Bertendona (Bilbao) y Lamiako (Leioa), los cuatro públicos.
Gipuzkoa, por último, presenta el índice más bajo de alumnos inmigrantes por aula, y de hecho sólo cuenta con un centro en el que los escolares extranjeros son mayoría, el Colegio Asilo San José en San Sebastián (63,54%).
Con diferencia la Educación Primaria (6 a 11 años) es la etapa con mayor proporción de alumnos inmigrantes, seguida a continuación por la Educación Secundaria Obligatoria (12 a 15 años). En las aulas de Primaria, casi 11 de cada 100 alumnos en Álava son extranjeros, 9 en Bizkaia y 6 en Gipuzkoa.
Existen de hecho colegios en los que la media de inmigrantes no es apabullante, pero cuyos niveles de ingreso –Infantil y Primaria– sí acusan ya ese perfil. Un total de 22 colegios se encuentran en esas coordenadas, 14 de ellos en Bizkaia, 7 en Álava y 1 en Gipuzkoa.
Así, según la estadística del Departamento aportada por los propios centros, el aula vasca con mayor presencia de niños extranjeros está en el nivel de Primaria del centro Judizmendi de Vitoria, donde 94 de 102 alumnos proceden de otros países.
En Infantil del Santa María de Vitoria los pequeños extranjeros son 21 de 23 escolares. En el San Ignacio de Getxo, la Primaria cuenta con 80 de 90 alumnos de otras nacionalidades. Y en las mismas aulas de Virgen de la Guía ocupan 60 de las 84 plazas.
El polo opuesto de este termómetro de minorías en la enseñanza está conformado por colegios, la mayoría concertados, en los que el niño extranjero es la excepción de la clase.
Los ‘oasis’
¿Cuáles son estos oasis? El máximo exponente es el Colegio francés de Zamudio (Bizkaia), donde, según el documento del Gobierno, sólo 1 de sus 1.027 estudiantes procede de otro país. En parámetros similares figuran la ikastola Urretxindorra de Bilbao o el centro San José de Calasanz de Santurtzi (ambos concertados, y ambos con un 0,12% de inmigrantes). En esta lista vizcaína aparecen, eso sí, dos colegios públicos: el Aixerrota de Getxo (0,13%) y el Urbi de Basauri (0,19%).
En Álava encabezan el listado otros dos públicos, el Koldo Mitxelena de Vitoria (0,16%) y la ikastola Pedro Ignacio Barrutia (0,75%); mientras que en Gipuzkoa lo hacen un concertado –Ekintza de San Sebastián, con el 0,3%– y uno público –Pío Baroja de Irún, con el 0,16%–. La desproporción que existe en muchos casos no es exclusiva de Euskadi. De hecho el País Vasco es la comunidad autónoma donde la red concertada más alumnos extranjeros escolariza, en torno a un tercio, frente al 24% de Madrid, el 15% de Andalucía o el 9% de Extremadura.
Sin embargo, la evolución de los últimos años no es positiva. Si hace tres años 56 colegios públicos y concertados tenían un 20% o más de alumnos extranjeros, hoy esa cifra llega a los 71 colegios, uno de cada diez.
El PSE expone en su programa electoral su objetivo de actuar concretamente sobre estos centros que escolarizan a más de un 20% de alumnado inmigrante –el anterior Gobierno fijaba ese techo en el 30%–. ¿Cómo? Primero, dotando a cada uno de ellos de más profesores «incentivados y formados adecuadamente » y asegurar la estabilidad de su equipo docente. Y, en segundo lugar, aunque es más un objetivo que una medida, evitando «que en ningún centro sostenido con fondos públicos [es decir, también los concertados], el alumnado de origen extranjero supere el 20% en cada nivel educativo».
Los socialistas reconocen el riesgo que padecen estos colegios de convertirse en guetos que dificultan la integración del alumno inmigrante. Plantean como objetivo escolarizar «equilibradamente» a este alumnado en ambas redes, y se proponen aprobar un Plan Global para la Inclusión del Alumnado de Origen Extranjero dirigido a todo el sistema con medidas para facilitar la integración escolar efectiva y el éxito escolar de este colectivo.
El debate sobre cómo debería garantizarse una distribución equilibrada de este alumnado salpicó con fuerza al anterior Departamento de Educación. En marzo de 2007, el Parlamento rechazó la fijac
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