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Fuente foto: www.fundacionluisvives.org |
Hacia la construcción de la Pedagogía de la interculturalidad, “Todos debemos ser mediadores”.
La Pedagogía de la Interculturalidad se apoya en los actos comunicativos o de contacto que ejecutan diariamente los hombres y los grupos con diversas culturas. De ahí que lo importante no son ya las culturas en sí mismas, sino el hecho social de que los hombres de distintas etnias y culturas se comunican y se relacionan.
Ese contacto de relaciones comunicativas encontrará su primera dificultad en la diversidad lingüística. Pero el idioma no es el requisito que soluciona por sí mismo la comprensión entre las culturas. El idioma no es un elemento fundamental en la concepción de la Pedagogía de la Interculturalidad;
A continuación presentamos algunas características que debemos tener las personas ante otras culturas (Interculturalidad). Para ser unos buenos mediadores debemos cumplir esta serie de requisitos
.-Dignidad de la persona.
El respeto a los Derechos Humanos es la primera exigencia que comporta una educación intercultural.
Solamente desde una conciencia constructivista, creativa y crítica y desde una óptica de la dignidad de la persona y de todos sus derechos, puede darse una convivencia participativa entre los individuos y los pueblos. La persona y su dignidad están por encima de cualquier otro tipo de consideración económica, social o cultural. Esta perspectiva humanista se aplica a todo ser humano, prescindiendo de su origen, raza, idioma o formas de vida.
Una exigencia derivada y unida a la dignidad de la persona sería la necesidad de la igualdad que favorece el desarrollo de los individuos y de los pueblos, dentro de la formación, la cooperación y la solidaridad entre las personas.
-Conocimiento mutuo.
Las personas y los grupos humanos deben conocerse para respetarse y valorar positivamente la diversidad y la diferencia. La educación para la convivencia entre los pueblos exige una apertura mental, un proceso de mutuo conocimiento.
El diálogo supone la salida del interior de cada uno para captar las peculiaridades de los demás. El conocimiento mutuo nos obliga a profundizar e investigar las formas de vida, la historia pasada y todos aquellos acontecimientos, que nos lleven a valorar y aceptar de modo estimativo los otros estilos de vida y cultura, distintos a los nuestros. La educación intercultural, apoyada en el conocimiento mutuo, en el intercambio dialógico constructivo, nos ayudará a reducir los conflictos actuales de racismo y xenofobia.
-Solidaridad y cooperación.
El hombre es miembro de una comunidad humana, donde la participación y la solidaridad son dos valores que se deben introducir en las pautas conductuales de los primeros años. Al niño debe educársele en la ayuda y cooperación y jamás en la competición como atributo de ser más que los otros.
Ser solidario supone renunciar al individualismo, a la insensibilidad ante los demás.
La solidaridad implica la aceptación de las diferencias y la admisión de una serie de elementos comunes que nos permite el establecimiento de las diferencias.
Pedagogos importantes como Décroly, Cousinet, Freinet o Freire han apoyado el desarrollo de un trabajo comunicativo entre iguales.
MEDIACIÓN INTERCULTURAL
Como recurso y modo de resolución de conflictos, la mediación está siendo de uso en muchos ámbitos y para responder a distintas necesidades.
Nos parece de interés presentar algunas definiciones del concepto de Mediación Intercultural.
«Entendemos la Mediación Intercultural como un recurso profesionalizado que pretende contribuir a una mejor comunicación, relación e integración entre personas o grupos presentes en un territorio, y pertenecientes a una o varias culturas» (Desenvolupament Comunitari y Andalucía Acoge, 2002:101).
- tres tipos de mediación
• La mediación preventiva: consiste en facilitar la comunicación y la comprensión entre personas con códigos culturales diferentes.
• La mediación rehabilitadora: que interviene en la resolución de conflictos de valores, entre minorías culturales y la sociedad mayoritaria, o en el seno de las propias minorías.
• La mediación creativa: consiste en un proceso de transformación de las normas, o más bien de creación de nuevas normas, nuevas ocasiones basadas en unas nuevas relaciones entre las partes.
Se solicita al mediador intercultural tanto en el ámbito social, sanitario, jurídico o laboral, ya que son éstos los aspectos fundamentales que preocupan a toda persona.
Hay comunidades autónomas que han reconocido la necesidad de la presencia del mediador intercultural.
PERFIL PROFESIONAL DEL MEDIADOR INTERCULTURAL
El mediador intercultural es un profesional formado como mediador comunitario y específicamente en el ámbito de la interculturalidad. Tiene nociones de inmigración, diversidad cultural y mediación.
Las cualidades de escucha activa, respeto por el otro, empatía, saber colocarse en el lugar de la otra persona, neutralidad e imparcialidad, deben estar más presentes que en ningún otro ámbito de la mediación.
La tarea del mediador es de catalizador y de transformador del lenguaje en un único código entendible por todas las partes que están en conflicto:
competencias que se puede requerir en un mediador intercultural.
Reconocimiento como mediador/a o entidad que se dedica a ello:
• La confidencialidad
• La imparcialidad
En cuanto a los conocimientos, habilidades y actitudes.
Conocimientos teórico-prácticos de la Mediación Intercultural:
• De los conflictos, su génesis y modos de su resolución.
• De los contextos multiculturales: de las relaciones multiculturales, de los colectivos minoritarios, de la sociedad mayoritaria y sus servicios.
• Lingüísticos: en el caso de colectivos inmigrantes, de la lengua vehicular del propio colectivo.
• Habilidad o de establecer sintonía con las dos partes y mantenerla.
• De comunicar eficazmente.