Roberto Marro. Director de Inmigración de Gobierno Vasco. Fuente foto: www.aosla.org

El segundo barómetro sobre la percepción de la inmigración certifica que disminuye su visión como un "problema".

Los vascos creen que residen en Euskadi tres veces más de inmigrantes de los que realmente hay, según el segundo barómetro del observatorio Ikuspegi dado a conocer esta mañana. El trabajo, en el que colaboran la Dirección de Inmigración del Gobierno vasco y la UPV, certifica de otro lado que la población autóctona ha disminuido su visión de este fenómeno como un "problema". El 7,2% de los vascos cita de forma espontánea la inmigración como uno de los tres problemas de Euskadi cuando es preguntado por ello. En 2007, este porcentaje fue prácticamente el doble, el 15%.

El director de Inmigración del Ejecutivo, Roberto Marro, y los responsables de Ikuspegi, Xabier Aierdi y José Antonio Oleaga, presentaron ayer en Vitoria los resultados del segundo barómetro. Entre sus conclusiones, los expertos destacaron que la población vasca "no ve un problema" en la inmigración, "ni en el ámbito de Euskadi ni como problema personal", apuntaron. Del mismo modo, los encuestados se manifestaron favorables a la diversidad cultural, admiten que la llegada de extranjeros permite que la economía funcione mejor y no consideran que su presencia amenace a la cultura propia de los vascos.

Sin embargo, estos valoraciones se ven empañadas con la persistencia de otros estereotipos de carácter negativo frente a los recién llegados. Pese a que su percepción es que hay muchos más inmigrantes de los que realmente residen, más de la mitad de los vascos piensa que hay "demasiados o bastantes" extranjeros incluso cuando se les informa sobre su número real. Se piensa de forma mayoritaria (un 63%) que los inmigrantes "se benefician excesivamente" de los sistemas de protección social y, en un 44%, se estima que la inmigración afecta "negativamente" a la seguridad ciudadana.

Los expertos Aierdi y Oleaga atribuyeron estas contradicciones al momento de "cambio" que se vive en las sociedades occidentales respecto a este fenómeno, una situación "que suele generar incertidumbre y hace surgir los fantasmas", indicaron. El director de Inmigración, Roberto Marro, lamentó que la población vasca aún parece más partidaria de un modelo "asimilacionista" de los inmigrantes que de la integración y la multiculturalidad, un esquema "que ha fracasado en toda Europa". Ante ello, anunció un reforzamiento de los mecanismos de sensibilización.

Los vascos también fueron preguntados por la política de inmigración llevada a cabo por el Gobierno vasco, a la que dieron un suspenso. Otorgaron una nota de 4,6 sobre 10, inferior al aprobado raspado (5,10) de hace un año.

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