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Fuente foto: www.proyectosalonhogar.com |
El inmigrante que genera un mayor gasto en atención primaria, que colapsa el sistema sanitario o que es portador de enfermedades exóticas es un mito del que la mayoría de ciudadanos tiene una falsa apreciación.
Teresa González, presidenta de Médicos del Mundo en España, ha señalado en el XXVIII Congreso de semFYC la verdadera realidad social que representa este colectivo.Acceda al especial Muchas de estas personas vienen para quedarse, pero es falso el tópico de que reducen la calidad asistencial y saturan las consultas de atención primaria y urgencias. En realidad, el perfil del inmigrante es el de un sujeto más sano que el paciente español. Suele ser un adulto joven, que con frecuencia ha superado el difícil viaje migratorio desde África del Norte y el África subsahariana, y que padece problemas de salud una vez establecido en España a consecuencia de los fatigosos trabajos desempeñados.
En realidad, este colectivo no acude casi al profesional de la medicina. Según Teresa González, la percepción negativa entonces viene dada por el miedo a lo desconocido o a lo ajeno. "Cuando se nos obliga a hacer un poco de cola creemos que empeora el sistema. Lo que produce la saturación es el hecho de que se multiplique la población en un momento dado y que no haya los recursos necesarios para atender esa situación. Tendemos a encontrar las razones negativas fuera, en el inmigrante".
El SNS debe mejorar
En España la atención primaria a inmigrantes está garantizada con la exclusiva condición de estar empadronados. Pero Médicos del Mundo opina que si siguen realizando esta labor sanitaria como ONG es porque algo falla en el procedimiento. Las comunidades autónomas que mayor afluencia de inmigrantes poseen tienen ya programas de mediación que hacen más simple el acceso a los recursos sanitarios.
No obstante, las personas atendidas en los programas de inmigración perciben barreras de todo tipo en la entrada al sistema público de salud: dificultades administrativas (45 por ciento), no saber dónde acudir (23,8 por ciento), barreras del idioma (14,3 por ciento), otros motivos (7 por ciento), barreras culturales (3,3 por ciento), miedo a la discriminación (3,2 por ciento), horario de servicio inadecuado (1,3 por ciento), miedo a las denuncias (1,1 por ciento) y rechazo por parte del profesional (1 por ciento).
El médico, el que mejor se adapta
El proceso migratorio que España ha vivido en los últimos años ha tenido como consecuencia la rápida adaptación de los inmigrantes al sistema sanitario. En este aspecto, los médicos han sido los que mejor se han acomodado a este grupo de población.
La administración tiene diseñados programas de adaptación para los inmigrantes, pero todavía no están implantados en todas las comunidades autónomas. Hay distintos centros que incorporan una asistencia específica para las personas inmigradas que acaban de llegar al país, como el Hospital Niño Jesús de Madrid, que cuenta con una sección de Pediatría Social en la que se llevan a cabo distintos programas de atención a los pacientes, como la evaluación médica de los niños recién llegados o adoptados en otros países. Al margen de esto, es el profesional el que sigue siendo más activo para que las prestaciones y el acceso se igualen en calidad, tanto para los extranjeros como para el resto de la población. Según señala Teresa González, "el profesional sanitario recibe al paciente igual. La barrera del idioma es lo que dificulta el acceso. Sin embargo, los profesionales están haciendo un esfuerzo de adaptación, pero cualquier herramienta adicional que se les brinde puede ayudar".
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