Mujer con burca.

La polémica del velo integral vuelve a Cataluña menos de un año después de que el Parlament rechazase la propuesta del PP de vetar el uso del burka y el nikab en el espacio público. El alcalde de Lloret de Mar, Romà Codina (CiU), quiere prohibir la utilización del velo integral en las calles y en los edificios municipales “por motivos de seguridad”.

La polémica del velo integral vuelve a Cataluña menos de un año después de que el Parlament rechazase la propuesta del PP de vetar el uso del burka y el nikab en el espacio público. El alcalde de Lloret de Mar, Romà Codina (CiU), quiere prohibir la utilización del velo integral en las calles y en los edificios municipales “por motivos de seguridad”. La propuesta está incluida en el borrador de la ordenanza de civismo que el viernes debatirán los partidos con representación en el Consistorio. El borrador prevé decenas de prohibiciones: establece sanciones para prostitutas y clientes que paguen por servicios en la calle,y veta la mendicidad e incluso cantar dentro de casa si se molesta a los vecinos.

La aprobación de la ordenanza de civismo es un compromiso que el alcalde asumió tras los disturbios de este verano, cuando decenas de turistas se enfrentaron a la policía en dos noches que acabaron en sendas batallas campales. El texto prohíbe “la utilización de elementos como pasamontañas, cascos integrales, velos integrales, pañuelos y otros accesorios que impidan o dificulten la identificación y comunicación visual de las personas”. El incumplimiento puede acarrear una sanción de hasta 750 euros.

Si se aprobase la medida, Lloret se convertiría en el primer Ayuntamiento de Cataluña en vetar el uso del velo integral en las calles. Consistorios como el de Lleida y Barcelona lo han prohibido en las dependencias municipales, pero no han regulado su uso en el espacio público. “Los Ayuntamientos no tienen competencias para hacerlo”, afirma Gloria García – Romeral, del grupo de Investigación de Sociología de la Religión (Isor) de la UAB. Gemma Galdón, investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experta en temas de seguridad, va más allá: “No hay base jurídica en la legislación para adoptar esta medida. Habría que cambiar las leyes”.

“Varios municipios catalanes han aprobado ordenanzas que limitan el uso del velo integral en el acceso a espacios de dependencia pública. Plantear extender la prohibición a la calle representa un salto cualitativo”, argumenta el experto Jordi Moreras, investigador del Centro de Investigación sobre Gobernanza del Riesgo GRISC – UAB.

Ester Olivé, segunda teniente de alcalde de Lloret, dice que el Consistorio buscará el consenso y que el borrador es un “punto de partida”. CiU cuenta con siete regidores de un total de 21. El grupo independiente Millor – segundo en escaños, con seis concejales – ha avanzado que pedirá al equipo de gobierno que elimine la prohibición de usar el velo integral en las calles, aunque está de acuerdo en vetarlo en las dependencias municipales. “En Lloret no existe ningún problema de este tipo”, dice Marc Fuentes, portavoz en el Consistorio. En este punto concuerda la segunda teniente de alcalde, que recalca que la convivencia entre ciudadanos de distintas nacionalidades en Lloret – donde la población inmigrante ronda el 40% – es “ejemplar”. Ni Olivé ni Fuertes recuerdan haber visto a ninguna mujer con velo integral en Lloret.

El regidor de ICV Xavier Rodríguez sí aceptaría que se prohíbiera el burka en los edificios municipales, pero no en las calles. CiU está dispuesta a rebajar el texto inicial si con ello consigue la aprobación de los otros partidos.

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