Foto: Miguel Ángel González

«En unos años se duplicará el número de extranjeros que reside en Euskadi, es una evolución lógica»

Aitor Alonso. El último barómetro que se realiza en Euskadi sobre la percepción de los vascos ante la inmigración demuestra que la crisis económica ha agudizado el sentimiento, si no racista, sí temeroso de los vascos. Tememos más que nunca que, por culpa de los inmigrantes, hayamás inseguridad ciudadana, que se deteriore la sanidad pública o que nos cueste más acceder a un servicio social. «Hay mucho tópico», dice el director de Inmigración del Gobierno Vasco, Miguel Ángel González. Ymatiza que, en cualquier caso, una cosa son los discursos y otra los hechos. «Decimos esas cosas, pero luego la convivencia es normal y así la vemos cuando se nos pregunta». En la actualidad hay unos 135.000 inmigrantes en Euskadi, el 6% del censo.

¿Cómo hay que leer los resultados del barómetro Ikuspegi?

Nuestra conclusión es que no se puede decir que la crisis haya empeorado sustancialmente la valoración de los vascos sobre los inmigrantes. Se detectan ajustes, en algunos casos hacia una mayor rigidez y en otros al contrario, pero creemos que esto forma parte de una evolución natural. Está ocurriendo lo mismo a nivel internacional. La crisis ha cambiado sólo ligeramente las actitudes.

Pero el resultado ha sido demoledor, hay mucha más desconfianza que hace sólo seis meses.

En general el discurso no es bueno, pero una cosa es el discurso, otra la actitud y una tercera el comportamiento hacia la inmigración.

En el discurso mantenemos fuertes prejuicios.

Sí. Es un discurso no sé si racista, pero sí anti inmigrante. No se trata con justicia a esa realidad, que es un fenómeno estructural y que va a seguir existiendo. Sin embargo, la amplia mayoría, un 75%, dice que la convivencia es normal y que sigue igual o que incluso ha mejorado. Hay, por tanto, normalidad en el día a día.

¿A qué atribuyen esta doble opinión entonces?.

Nuestro discurso está cargado de tópicos, de frases hechas que no responden a la realidad y que no trasladamos a nuestro comportamiento. En la encuesta preguntamos a la gente qué porcentaje de inmigrantes cree que hay en Euskadi. Y dicen: el 18%, cuando la realidad es que son el 6%. Y cuando se les corrige, aún así valoran que «son demasiados». Con la inmigración irregular ocurre lo mismo. La gente asocia a todos los inmigrantes con los sin papeles, cuando la realidad es que la gran mayoría está de forma regular.

Estamos cargados de tópicos.

También existe el mito de que vienen sin nada, cuando el fenómeno migratorio es de puerta a puerta, con cosas apalabradas, de la puerta de su casa a la puerta de la casa de su primo que ha venido antes. Como hacíamos los españoles hace 50 años.

Y hay más.

Sí, con las prestaciones sociales, por ejemplo. El efecto llamada de los servicios sociales vascos no existe. El efecto llamada es el mercado de trabajo.Quien defienda que vienen a Euskadi porque les damos ayudas tiene que explicar por qué en Madrid tienen un 16% de inmigrantes, o en Cataluña un 17%, y aquí es un 6%. ¿No? El factor de atracción real es el mercado de trabajo.

Contribuyen al bienestar

¿Es diferente por ello la inmigración en los territorios vascos?

Claro. En Álava es una inmigración masculina, con mayor porcentaje de personas africanas, del Magreb, porque ha habido más construcción y demanda de trabajo en el sector primario. Pero en Vizcaya hay una mayoría femenina y latinoamericana, porque la sociedad ha demandado labores de cuidado de niños o ancianos, por ejemplo. Esta realidad permite concluir que los inmigrantes han contribuido a generar el bienestar del que gozamos hoy.

Muchos de estos planteamientos que defiende chocan con lo que dicen los vascos en la encuesta. Están preocupados por que colapsen los servicios sociales, la Sanidad, por la inseguridad ciudadana...

Son percepciones, y contra ellas nosotros podemos aportar información real, datos. Pero a veces da igual, porque el prejuicio es impermeable a la información veraz y objetiva. Sólo la convivencia puede desmontar los tópicos.

La crisis profundiza los prejuicios, no hay otra explicación.

No lo tenemos tan claro.También influye el incremento del colectivo. En cinco años hemos pasado de 75.000 a 135.000, un 80% más. La percepción también se resiente por la extensión de falsos tópicos que no responden a la realidad.

¿Seguiremos recibiendo inmigrantes, a pesar de esta situación económica?

Apenas 200 personas se han acogido este año en Euskadi a los programas de retorno voluntario. Es decir, tienen un proyecto de vida aquí, se han establecido y van a tratar de capear la crisis, como nosotros. Lo que parece que se ha frenado es la entrada, porque el mercado de trabajo está parado. Pero veo complicado que se vayan.

Ahora son el 6% del censo. ¿Cuáles son las previsiones? ¿A partir de qué volumen de inmigrantes hay riesgo de fractura social?

España está en el 12% y Madrid en el 16%... Y la sensación es que no pasa nada. Los sociólogos calculan que en Euskadi irá aumentando un punto porcentual al año hasta que nos acerquemos a lamedia estatal. Lo lógico es que pasemos en unos años del 6% al 8%, y luego al 10%.

¿Estaremos preparados para convivir entonces?

Creo que sí. Ya lo hemos demostrado en estos últimos años. Vendrán, trabajarán, harán país y conviviremos.

El conflicto de Errenteria

Usted medió en el asunto de Errenteria, el conato de conflicto xenófobo del pasado verano contra comerciantes inmigrantes tras varios casos de delincuencia en el barrio de Iztieta.

Bueno, no medié personalmente, pero pusimos a disposición del Ayuntamiento los servicios que tenemos en ese ámbito.

¿Qué conclusiones se pueden sacar de ese triste episodio?

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