Fuente Foto: A.G.

La psiquiatra amina bargach reivindica la figura del educador como "referente " de los menores.

Donostia. "Los educadores tenemos que ser los adultos de referencia en la experiencia migratoria de los menores. Debemos interiorizar el deber de actuar y asumir que vamos a ser sus guías en un país al que vienen solos". La psiquiatra marroquí Amina Bargach se dirigió ayer con estas palabras a los más de 150 asistentes a la conferencia que ofreció, junto al antropólogo cultural Francesco Vacchiano, en la UPV de Donostia sobre la Influencia del desarraigo y la salud mental en los menores extranjeros.

Los participantes en estas jornadas organizadas por SOS Racismo, en su mayoría, trabajadores de centros de acogida guipuzcoanos, advirtieron de las dificultades a las que se enfrentan en su día a día.

"Existe una falta absoluta de proyecto educativo para estos chavales. Nosotros mismos no sabemos ni dónde estamos ni hacia dónde vamos y si no tenemos una dirección ¿cómo vamos a ser sus referentes?, ¿hacia dónde les vamos a guiar?", inquirió uno de los cuidadores durante el debate que se creó tras la charla de la psiquiatra. "Los educadores tratamos de atender a estos chavales lo mejor que podemos y muchas veces tenemos que llegar más allá de lo que nos corresponde para compensar las carencias que las autoridades no abordan", afirmó otro de los presentes.

inestabilidad laboral Esa "falta de recursos" a la que aludieron muchos de los presentes obliga a los trabajadores sociales a "externalizar conflictos en lugar de abordarlos". Así, por ejemplo, "se recurre a la ayuda del estamento judicial en cuestiones que, si se tuvieran recursos se podrían afrontar directamente". Un empleado de un centro guipuzcoano puso un ejemplo al respecto. "¿Es normal que un juez haya impuesto a un menor una tarea socio-educativa de un año por robar las zapatillas al compañero?, ¿alguien cree que un caso así llegaría a los tribunales si se tratase de nuestro propio hijo?", se preguntó.

A este respecto, tanto los asistentes a la conferencia como la propia ponente destacaron la importancia de que quienes se encargan de los jóvenes tengan estabilidad laboral. "Los cambios continuos de educadores no favorecen a los menores, que llegan a pensar que es culpa suya que los monitores los abandonen", apuntó Bargach. "La rotación continua es uno de los motivos del fracaso de los menores y se debe a las malas condiciones laborales en los centros", precisó otra asistente, quien aludió también a la "falta de criterio" en la selección de los cuidadores: "En muchos casos, sólo se exige un tío grande que pueda contener a los chicos".

Vacchiano coincidió en la importancia de que sean "profesionales con experiencia y formación" los que atiendan a estos chavales "marcados por el estrés, la marginación, la invisibilidad, la presión de mandar dinero y la imposibilidad de volver atrás sin éxito".

 

 

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